blog jordi simorte

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domingo, 18 de septiembre de 2011

HACIA OTRO ESTILO DE ENSEÑANZA EN EL FÚTBOL

Nada es permanente, con excepción del cambio.
Pertenecemos a una sociedad consustancialmente ligada al cambio en la que el saber evoluciona y nos abre nuevos horizontes diariamente. Lo que hoy es válido en el Fútbol, mañana puede resultar ya superado o anticuado.



El camino al éxito está siempre en construcción.
Es un proceso permanente y no una meta que se debe alcanzar. Por encontrarse también el juego de Fútbol en una constante evolución (entre otras cosas debido al constante cambio de las reglas de juego), cada técnico debe procurar adaptarse  a las nuevas exigencias y evolucionar sin pausa para no quedarse atrás.
La meta principal en la formación de técnicos de Fútbol ha de ser crear entrenadores capaces de hacer cosas nuevas y no sólo repetir lo que han hecho otras generaciones de técnicos. Necesitamos más maestros creativos con capacidad de innovación. En vez de enseñar a sus alumnos todo lo que saben, deberían procurar despertar con métodos más eficaces todo el potencial dormido en cada uno de sus discípulos, llevándolos más allá de sus limitaciones.
¿Cómo consiguen estas metas? Los  docentes que forman los futuros entrenadores de Fútbol así como los técnicos que trabajan diariamente en el terreno de juego deben procurar
-fomentar el pensamiento divergente de sus alumnos,
-facilitar la libre expresión de cada uno de los individuos,
-impulsar la creación de nuevos movimientos técnico – tácticos,
-premiar la innovación y
-dejar más libertad al alumno.
En resumen deben aplicar otro estilo de enseña que no se base en el comando. En vez de ser instructores y entrenadores deben convertirse en creadores, planificadores, observadores y consejeros expertos que alienten a sus alumnos  a avanzar y a superarse a si mismo y también a su maestro.
Hasta hace poco, la enseñanza del Fútbol  enfocó principalmente la ejecución de los gestos técnicos, dejando al lado aspectos cognoscitivos y de la motivación. Pero entrenar y jugar al Fútbol sin pensar es como tirar a portería sin apuntar.Hoy en día, con el modificado rol del técnico, éste en vez de ser el profesor de técnica debe convertirse en un maestro que aparte de estimular las capacidades técnicas – tácticas – físicas y  volutas  asegura un aprendizaje óptimo de las capacidades cognoscitivas , considerando sistemáticamente los procesos de percepción, análisis y tomo a decisiones del alumno en  las sesiones de entrenamiento.
La enseñanza basada en el comando que no permite la activa participación del alumno, tiene que ser sustituida por una enseñanza indirecta, de planteamiento  de problemas en la cual el maestro desarrollo
la capacidad del jugador de pensar , de reunir datos, de evaluar, juzgar y organizar la información , de recordar soluciones, de proyectar, de llegar a conclusiones, de imaginar inventar y crear  (como demuestran los programas formativos propuestos en mis libro “Fútbol a  la medida del niño”).
En estos programas se respeta en todo momento el importante consejo que el poeta Johan Wolfgang von Goethe nos dio hace más de 220 años: ”Nuestra juventud prefiere ser más estimulada que instruida”.

Según John Whitmore, un futbolista recuerda después de 3 meses sólo un 10% de lo que le ha hablado o instruido su técnico y 32% de lo que el entrenador le ha demostrado y explicado. Pero en caso de que el jugador  ha experimentado propiamente la misma situación con ayuda del técnico, recuerda un 85%.
Por ello, hace falta involucrar mucho más a nuestros jugadores en el proceso de enseñanza – aprendizaje para conseguir jugadores más completos e independientes de los frecuentes consejos de sus técnicos.
Bryant J. Cratty sostiene: El verdadero aprendizaje sólo se cumple, transfiriendo a los alumnos las decisiones que hasta ahora estaban a cargo de los entrenadores”.
Bloom considera la creatividad como la forma más elevada de actividad mental y de los logros humanos , pero hay que actualmente pocos técnicos que saben estimularla . La creatividad tiene mucho que ver con el juego. ¡Toda la recreación es una re-creación !
Hoy los estilos de enseñanza y los rígidos métodos que se utilizan en casi la totalidad  de los campos del Fútbol, tienden a estrangular más la fantasía, la imaginación, la capacidad de creatividad y innovación de nuestros jugadores que estimularlas. En vez de dar a sus jugadores suficientes oportunidades para cultivar esta capacidad más o menos innata en cada individuo, como ocurre en una enseñanza sin la presencia de  un técnico, los jóvenes dejan dominarse frecuentemente por el omnipresente entrenador que pretende controlar todo. Cediendo ciertas decisiones o libertades a sus jugadores, teme perder el control de la situación.
El auténtico técnico de Fútbol suscita ideas y abre la mente de sus jugadores para que estos las mejoren y tengan posibilidad de generar nuevas ideas. Su función trascendental es de “hacer pensar a los demás”, como contraposición a la acción de “pensar por los demás”.

Generalmente, un entrenador que sabe mucho no suele convertirse en un buen técnico porque, frecuentemente, no sabe retener su sabiduría y su experiencia. Suele dar constantemente instrucciones a sus jugadores sobre qué hacer, cómo y cuando hacer, sin saber que esta manera contribuye a limitar su formación.
“Con demasiada frecuencia damos a los niños soluciones que recordar , en vez de problemas a resolver” (R.Levis). Son los futuros maestros que deben transferir los problemas a sus alumnos, procurando que sean resueltos por los jugadores y no por ellos mismos.
Para conseguirlo, es imprescindible para cada técnico aprender a preguntar muchas veces durante un entrenamiento a sus alumnos en vez de dar instrucciones. Así, convierte a sus alumnos en unas personas activas, que participan en su proceso de enseñanza y aprendizaje hasta que el maestro sea estimulado por las nuevas ideas de sus alumnos que han surgido gracias a sus preguntas.
Un ejemplo: Cuando el profesor dice: ”Estas flores son rojas” la calidad de la información que recibe el alumnos inferior a la que suele generar propiamente cuando le pregunta: ”Descríbeme con todo el detalle como percibes los colores de las flores!” Según el cambio de la luz y el ángulo de su vista, el alumno, sin duda, genera una información propia más rica, correcta y se memoriza mejor que aquella generada por la instrucción del profesor.
Además un resultado obtenido por una información directa (“Ha sido un pase malo”) es siempre inferior que una generado por un comentario indirecto: ”¿ Cómo valoras la calidad de tu último pase, teniendo en cuenta las posibilidades de continuar con el juego el receptor de la bola?”
Preguntando con cierta frecuencia y presentando así problemas a sus alumnos (que ellos hasta ahora no han considerado como problemas), el maestro de Fútbol desarrolla en los jugadores la habilidad de enseñarse a sí mismo, abriéndoles una puerta a una mejora continua y al descubrimiento de muchos secretos del juego.
Preguntas abiertas  que empiezan con “qué, “cuándo”, “quién”, ”cuanto” y “cómo” requieren respuestas descriptivas y hacen al jugador consciente  de muchos detalles que intervienen en la solución del problema. Al contrario, preguntas cerradas cuyas respuestas son simplemente un “no” o un “si”, cierren la puerta al descubrimiento y la exploración de los detalles, lo que un buen técnico intenta evitar.
Enseñar por medio de preguntas, obliga al alumno a pensar, a examinar, a juzgar a mirar y evaluar. Instruyendo de forma tradicional, no estimula ninguno de estos  procesos. Invita a la pasividad, lo que cada entrenador tiene que evitar.
Referencias

lunes, 12 de septiembre de 2011

ENSEÑAR A ENTENDER EL JUEGO DE FÚTBOL

Debido a la insuficiente atención que se presta en general a la formación de formadores o iniciadores en el fútbol, se observa con preocupación que el entrenamiento se basa todavía en la mayoría de los clubes, principalmente, en la enseñanza de los gestos técnicos y en un partidillo final. El gran interés en conseguir una correcta ejecución de los gestos técnicos con ejercicios estereotipados que no reflejan una situación real del juego, distrae a muchos formadores y entrenadores de otros elementos vitales inherentes al juego, como son los problemas de ¿por qué?, ¿cuándo? y ¿dónde exhibir un gesto técnico?.
Cuando se considera que la pérdida de la posesión del balón tiene su causa en más del 50 por 100 de las veces en una errónea toma de decisión y no en una deficiencia técnica, estos problemas exigen más atención en el futuro.
Haber dado prioridad a la técnica y al cumplimiento estricto de las órdenes del entrenador sin involucrar suficientemente al jugador en la solución de los problemas, ha impedido a muchos jóvenes entender el juego en sus aspectos más básicos. Sólo así se explica el hecho de que disponemos hoy de un número insuficiente de jugadores inteligentes capaces de solucionar los múltiples problemas que se presentan constantemente en el juego.
Las razones por las que la mayoría de nuestros técnicos orientan básicamente su entrenamiento a la enseñanza de gestos técnicos son varias.
Ante todo, para un entrenador es mucho más fácil ensayar, demostrar, explicar y evaluar técnicas en situaciones estrictamente controladas y previsibles, que enseñar otros aspectos de igual importancia, como puedan ser la visión de juego, la anticipación, el entendimiento con un compañero, tanto en defensa como en ataque, la toma de decisiones correctas, la capacidad de adaptarse constantemente a la nueva situación de juego, etcétera.
En segundo lugar, en la mayoría de los clubes todavía se divide una sesión de entrenamiento en tres bloques: al tradicional calentamiento sin balón, le sigue generalmente la parte principal, con la práctica de unos ejercicios técnicos y un mini juego, concluyendo casi siempre con un partido final entre dos equipos compuestos por la mitad de los futbolistas participantes en la sesión. En este juego final, a menudo los jugadores no consiguen aplicar lo aprendido anteriormente por haber practicado generalmente la técnica en situaciones aisladas que no se presentan en el juego.
Finalmente, muchos entrenadores todavía están convencidos de que no se puede dejar al niño jugar al fútbol hasta que consiga el dominio de todos los gestos técnicos básicos.
Pero, ¿cómo se puede jugar al fútbol sin dominar suficientemente la conducción del balón, el tiro, el control o la entrada? ¿No se niega así claramente la importancia que tiene el saber ejecutar bien los distintos gestos técnicos?.
Es importante para el éxito de cualquier equipo conocer no sólo como pasar el balón, sino también cuándo, dónde y por qué pasarlo con una u otra técnica. Sería necesario poner en el futuro más énfasis en estos aspectos del juego, sin menospreciar, en ningún momento, la necesaria adquisición de un amplio bagaje técnico para cada jugador, y cuanto mayor sea éste, mejor.
Desgraciadamente, durante mucho tiempo, el enfoque de los entrenamientos ha residido en el “cómo hacerlo”. Por el bien de nuestro fútbol, necesitamos un armonioso matrimonio entre la enseñanza de los aspectos técnicos y tácticos.
Cambiando la forma de planear y realizar el entrenamiento, aumentará en pocos años el número de “jugadores inteligentes”, pero su cantidad sólo alcanzará un porcentaje satisfactorio cuando consigamos el acuerdo de todos para reestructurar también las competiciones oficiales para los jóvenes menores de 14 años. En las actuales, poco formativas, los niños no tienen la posibilidad de descubrir, aprender y aplicar los principios básicos del juego del fútbol, ya que no respetan el estado mental y físico de los jóvenes.

Además, es difícil mantener la motivación, el interés y la agresividad del jugador durante un tiempo prolongado cuando se dedica la mayor parte del entrenamiento a la práctica de situaciones aisladas, a menudo, sin intervención de un contrario y sin el estímulo de la rivalidad entre los oponentes.
Una sesión de entrenamiento que no intenta mejorar la visión de juego, que no exige frecuentemente la toma de decisiones por parte del jugador, ni le involucra de forma mental y física y que no logra enseñar cómo actuar sin balón es poco eficaz, poco motivadora, atractiva y poco formativa. La retirada de muchos jugadores de la escuela de iniciación, especialmente a muy temprana edad, puede explicarse en parte por el uso de métodos inadecuados para acercarles a la práctica del fútbol.
Todos los jugadores deberían enfrentarse en los entrenamientos más a menudo con problemas que el técnico presentase mediante un juego simplificado, elegido entre los muchos que ofrece nuestro programa.
Durante la práctica de un juego, se simulan de forma simplificada las situaciones más importantes de la competición, dando así a los jugadores suficiente tiempo para explorar y entender los principios y los problemas que puede plantear el juego. El futbolista, con o sin ayuda del entrenador, aprende a tomar constantemente decisiones acerca de qué hacer, cuándo y cómo. Una técnica sólo será practicada cuando una situación del juego simplificado lo exija o cuando el jugador no sea capaz de solucionar el problema a causa de una técnica deficiente.

 “Jugar sin pensar es como tirar a portería sin apuntar”

                                                                                                                         HORST WEIN

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Las frases más "inteligentes" del fútbol

El fútbol está plagado de genios del balón, capaces de hacer maravillas y dejar boquiabiertos a miles de seguidores con sus habilidades dentro del campo. Pero lejos de los terrenos de juego, no todos pueden presumir de poseer un bagaje intelectual similar a su dominio de la pelota.
Las ‘perlas’ que nos han dejado algunos futbolistas son dignas de estudio por lo incomprensibles y surrealistas que llegan a ser. En este apartado, quién se lleva la palma, sin duda alguna, es el delantero de la Roma Francesco Totti. Incluso en Italia suelen mofarse de su inteligencia haciendo chistes a su costa. De hecho, en el 2003 se publicó el libro Todos los chistes de Totti, donde se recogen todas sus “meteduras de pata”, que el propio Totti ayudó a escribir y cuyos beneficios donó a UNICEF.
Una de sus declaraciones más hilarantes fue cuando un periodista le dijo “Carpe Diem”, a lo que Totti respondió “lo siento, pero no hablo inglés”. En otra ocasión le preguntaron si había leído algo de Shakespeare y el contestó: “Claro que sí, sólo que no recuerdo quién escribió el libro”.
Pero no sólo Totti comete algún que otro pequeño error ante la prensa. Estos otros hombres de fútbol han pasado a la historia por hacer algunas de las frases más tremendamente cómicas que se recuerdan. Ahí van algunas de las mejores:
1- "No me importaría perder todos los partidos, siempre y cuando ganemos la Liga." (Mark Viduka, ex delantero del Newcastle)
2- “El problema es que no ha entrado el balón” (Sergio Ramos, defensa del Real Madrid)
3- "Quiero agradecer a mis padres por mi carrera, en especial a mi padre y a mi madre". (Altobelli, ex delantero del Inter)

4- "No me gustaba jugar en Italia, era como hacerlo en un país extranjero". (Ian Rush, futbolista galés que militó en la Juventus)
5- "Me gustaría jugar en un equipo italiano. Como el Barcelona." (Mark Draper, centrocampista inglés)
6- "He remitido al club una solicitud para ser traspasado. Pero déjenme decir que no quiero dejar el Leicester." (Stan Collymore, delantero inglés)
7- "Estoy tan feliz como uno puede estar. Pero he estado más feliz." (Ugo Ehiogu, ex defensa inglés)
8- "Recibí un golpe en mi tobillo izquierdo. Pero algo me dijo que era mi derecho." (Lee Hendrie, ex centrocampista inglés)
9- "Los brasileños son de Sudamérica. Los ucranianos serán mas europeos."
(Phil Neville, ex defensa del Manchester United)
10- “Esperemos es un adjetivo que no quiero utilizar para hablar de la vuelta de Ronaldo". (Zenga, ex portero del Inter)
11- Periodista: "Y usted, ¿cómo lo hace para correr tanto?, ¿cuántos pulmones tiene?"
    - Héctor Puebla (ex futbolista chileno): "Bueno... Uno, como toda la gente, ¿no?" 
12-  Periodista: "¿Cuando te fuiste al Milán te pagaban mucho o poco?"
    - Claudio Borghi (ex futbolista argentino): "No, ni lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario." 
13- Periodista: "Tenemos información de que se están haciendo gestiones para que vaya a jugar al extranjero. ¿Nos podría decir de dónde lo están pidiendo?".
     - Murci Rojas: "Bueno, del país no puedo contarles nada... Sólo puedo adelantarles que se trata de un equipo brasileño."
Y como colofón final a esta entrada de año llena de humor, ahí va este ‘triplete’ de sir David Beckham, que no tiene desperdicio:
- "Definitivamente quiero que Brooklyn, mi hijo, sea cristianizado. Pero no se todavía a que religión."
- "Alex Ferguson es el mejor entrenador que he tenido nunca a este nivel. Bueno el es el único entrenador que he tenido a este nivel. Pero es el mejor entrenador que nunca he tenido."
- "Mis padres han estado conmigo apoyándome. Incluso desde que tenia 7 años."